¿Por qué lo hacemos?
La apuesta por cerrar las brechas y promover la equidad entre hombres y mujeres a lo largo de la historia muestra diversas conquistas que han permitido avanzar en la construcción de un mundo con menos desigualdades de género. En ese sentido, son varios los estudios y las referencias que han hecho evidente que en la mayoría de países del mundo las mujeres cuentan hoy con un mayor acceso a esferas que antes les habían estado negadas como la educación, el trabajo, el voto, los deportes, el arte, entre otros.
Sin embargo, a pesar de los múltiples avances, en la actualidad persisten brechas que han impedido el completo desarrollo de las libertades de las mujeres en la sociedad. Si bien las mujeres representan el 50% de la fuerza laboral en América Latina, solo el 8,5% de los integrantes de juntas directivas y equipos ejecutivos y el 4,2% de los CEO, son mujeres (INCAE 2017, BID 2017, OIT 2017). En el caso específico de Colombia, la brecha salarial es de un 28% y solo el 38,1% de los cargos de liderazgo, son ocupados por mujeres (Ranking PAR 2017, DANE 2016). De acuerdo con el Global Gender Gap Report (2017) y la OIT (2016) “si no implementamos acciones proactivas en pos de la equidad de género, la brecha salarial se cerrará solamente en 100 años y la brecha de paridad en posiciones de liderazgo se cerrará solamente en 150 años”.
La edición 2019 del Ranking Par Medellín realizado por la firma Aequales, en la que participaron 70 organizaciones, de las cuales 55 eran del sector privado, evidenció la pervivencia de brechas de género en varios ámbitos y aunque existen iniciativas para disminuirlas, aún hay un largo camino por recorrer para materializar la igualdad entre mujeres y hombres.
Como resultados importantes para resaltar se encuentran la brecha en la representación de las mujeres en puestos de liderazgo, que en promedio corresponde a un 32,5%, dato que incluye los tres niveles más altos de la organización (Junta directiva, Primer nivel o Comité Gerencia y Segundo nivel), brecha que se acentúa conforme se va acercando al órgano de más alto nivel en la organización, en donde su presencia es del 23,3%. Por otro lado, las mujeres continúan ocupando cargos tradicionalmente femeninos y su inclusión en áreas masculinizadas como la informática es minoritaria. La brecha salarial sigue siendo una realidad, especialmente en los niveles más altos de las empresas.
La distribución del trabajodoméstico y cuidado no remunerado aún no es equitativa, las mujeres asumen una sobrecarga en labores domésticas y si bien las organizaciones han implementado prácticas como los días y horarios flexibles, aún no han adoptado suficientes estrategias para balancear la vida laboral con la vida personal y promover la responsabilidad compartida del cuidado entre padre y madre. Con respecto al acoso sexual y acoso laboral, se observa la necesidad de seguir avanzando para que las organizaciones implementen estrategias de prevención y sensibilización e incorporen el hostigamiento virtual como modalidad de acoso.
Este panorama de desventaja se ha profundizado con la emergencia económica, social y sanitaria generada por el COVID – 19. Así, el confinamiento ha incidido en la violencias basadas en género, según el Observatorio Colombiano de las Mujeres, para el mes de abril, la línea 155, que sirve para orientar y asesorar a mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia, recibió un incremento de 142% en el número de llamadas. En el ámbito laboral las mujeres se ven más afectadas, según un informe reciente del DANE (2020) los 31 sectores que se verían más golpeados en la economía son donde trabajan el 56% de las mujeres ocupadas, siendo estos sectores no tan adaptables, tales como: el comercio, hotelería y el servicio doméstico.
Según datos del DANE, las cifras de desempleo para marzo de 2020 evidencian el alto impacto sobre las mujeres: los resultados arrojaron que estas se ubicaron en 16,4%, mientras que los hombres en un 9,8% (DANE-ONU MUJERES, 2020). El indicador denominado como población inactiva, es decir, todas esas personas que no estaban ocupadas o que perdieron el trabajo durante la emergencia y que manifestaron que por la cuarentena no han podido buscar trabajo sumaron 1.8 millones, de los cuales un millón son mujeres, y de estas muchas están confinadas a las labores del hogar. (Forbes, 2020).
Así las cosas, la disparidad y brecha salarial, el trabajo doméstico y del cuidado no remunerado, la precariedad en el acceso a derechos sexuales y derechos reproductivos, las barreras culturales asociadas a los estereotipos de género, entre otros, son una muestra del largo camino que queda por recorrer en la búsqueda de una verdadera igualdad de derechos y equidad en su materialización. En atención a estos retos, es fundamental continuar trabajando conjuntamente desde distintos sectores de la sociedad para avanzar en la defensa de la igualdad de derechos de las mujeres en la sociedad.
Es por esto que las Secretarías de las Mujeres de la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia, la Universidad EAFIT, la Caja de Compensación Familiar Comfama, Proantioquia, la Andi Seccional Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, la Fundación AVON y Aquales propician un espacio de diálogo en torno a los retos y oportunidades de la equidad para la igualdad de género en el sector empresarial, para hacer visibles las experiencias y buenas prácticas vigentes que desde el sector y contribuir al logro y la consolidación de la equidad de género.