En una sociedad, la búsqueda de herramientas para avanzar tanto profesional como económicamente se manifiesta de diversas maneras. En algunos casos, la lucha por sobrevivir lleva a que se establezcan negocios personales o familiares para satisfacer las necesidades básicas. Negocios que van desde la venta ambulante hasta la venta de productos o servicios más sofisticados desde la perspectiva económica. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), para el 2020 en Colombia existían 5,4 millones de micronegocios (DANE, 2021). De estos, el 78 % ocupa hasta una persona; el 18 %, entre dos y tres, y el 3 %, entre cuatro y nueve personas. Es decir, la mayoría de los micronegocios operan como independientes y, a su vez, desde la informalidad1.