Las posibilidades que tiene Colombia para insertarse en el siglo XXI como un país con opciones de desarrollo económico y social así como con perspectivas concretas para construir un futuro posible y probable, con equidad y sostenibilidad, están relacionadas con su real capacidad para construir y consolidar fortalezas en sectores del país considerados estratégicos para el logro de tales objetivos, tanto en lo individual como en lo colectivo, en los ámbitos económicos y empresariales públicos y privados.
Hoy observamos el avance veloz de una economía caracterizada por la apertura de mercados, la constitución de poderosos bloques económicos, grandes flujos de capitales, productos y servicios, personas, conocimientos y formas culturales que caracterizan a la llamada globalización económica, acelerada por las influencias de las emergentes sociedades digital y del conocimiento, lo cual ha tenido consecuencias tanto positivas como negativas en los países del mundo, dependiendo de su mayor o menor nivel de preparación frente a este proceso.
En presencia de estas realidades, sólo una capacidad proactiva de construir una visión conjunta de largo plazo, aunada al desarrollo de la competitividad de las personas, las organizaciones y los sectores económicos, ya no sólo como unidades independientes y a través de esfuerzos individuales, sino como sistemas, como cadenas y clusters productivos, serán algunas de las estrategias requeridas para alcanzar como nación oportunidades reales de progreso y bienestar en el mediano y largo plazo dentro del contexto internacional
Cámara de Comercio de Medellín
enero 17 2007